
Mi madre a menudo me deja notas en la nevera. Allí está escrito lo que tengo que comprar o que debo hacer algo como, por ejemplo, lavar la vajilla o quitar el polvo :( Odio esos recordatorios. Pero a veces me deja un papelito azul, donde esta escrito: "Te amo, cielito" o "Compré unas pasteles para mi hija ;)". Estos mensajes pequeños siempre mejoran mi humor. Me llevan calor y ternura, y sirven como un lazo más que nos une y mejora nuestras relaciones.
Les he dado un ejemplo de cómo un pequeño mensaje manuscrito puede ayudar a mejorar las relaciones familiares. Existe una teoría psicológica que sostiene que si una pareja está atravesando una crisis en su relación, es conveniente comunicarse a través de cartas que expresen los verdaderos sentimientos del uno hacia el otro. Escribiendo, la gente se expresa más libremente y con mayor confianza, a la vez que se reflexiona sobre los propios sentimientos; por otra parte, escribiendo es más difícil que nuestras palabras se dejen arrastrar por las emociones del momento, haciéndonos decir algo –llevados por la tristeza o la cólera- que en realidad no sentimos y que acaso nunca tendría que haber sido dicho.
Así que podemos concluir que el género epistolar es una forma de salvar las relaciones de pareja. ¿Quién lo diría..?